2 sept 2011


En aquellos difíciles momentos,
que la vida me hubo maltratado.
Siempre estuviste ahí, firme y atento,
dándome fortaleza allí a mi lado.
Tú eres ese amigo que se lleva,
en todos los momentos de la vida,
dentro del corazón de esa manera,
que aunque pasen los años no se olvida.
Hoy te vuelvo a encontrar, me necesitas,
me tienes frente a ti quiero ayudarte.
Como tú hiciste ayer, hoy acudo a la cita,
para decirte que saldrás triunfante.
Con la ayuda de Dios y con la mía,
aquí está mi hombro descansa sobre el.
Y cuéntame tus penas también tus agonías,
que entre los dos unidos ¡las vamos a solucionar!

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